Este tipo de acuerdo comercial se basa en la colaboración
entre dos partes: el franquiciador, propietario de la marca y titular del saber
hacer, y el franquiciado (o afiliado), el emprendedor que decide invertir en la
marca adoptando modelos de negocio, estrategias e identidad distintiva.
Este acuerdo de colaboración representa un modelo de negocio
cada vez más extendido y apreciado a nivel mundial y constituye una de las
formas más eficientes de desarrollar y expandir marcas y empresas en varios
sectores comerciales. Según un estudio reciente de Business Research Insights,
se espera que el sector supere el valor de 175 mil millones de dólares en los
próximos tres años: este modelo de negocio se está volviendo de hecho cada vez
más popular entre los emprendedores, porque les permite poseer y gestionar una
empresa ya establecida.
Las ventajas del contrato de franquicia residen en su
capacidad para proporcionar a los franquiciados el derecho a usar una marca
establecida y un modelo de negocio, mientras también concede acceso exclusivo a
un paquete de formación, apoyo continuo y, a veces, acuerdos de financiación y
suministro exclusivos.
Esto permite a los franquiciados abrir un nuevo negocio
reduciendo los riesgos típicamente asociados con empezar un negocio desde cero,
beneficiándose al mismo tiempo de la imagen y reputación ya establecidas del
franquiciador. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el contrato de
franquicia, analizando sus características principales y las cláusulas más
importantes que regulan la relación entre las partes.
Desde la definición de las obligaciones y derechos de ambas
partes hasta la gestión de los royalties, desde el soporte proporcionado
durante el inicio del negocio hasta la asistencia posterior a la apertura. El
objetivo es proporcionar una visión general a los potenciales emprendedores
sobre la dinámica del contrato de afiliación comercial de franquicia, que
representa una oportunidad de crecimiento no solo para aquellos que buscan
expandir su marca, sino también para aquellos que desean emprender un camino
empresarial aprovechando el apoyo de una realidad ya consolidada.
El contrato de franquicia regula la relación legal entre el franquiciado y el franquiciador, definiendo el papel de ambos, las obligaciones necesarias para su cumplimiento, los derechos y métodos para llevar a cabo la actividad. Este acuerdo legal se compone de algunas cláusulas destinadas a regular, por ejemplo, la duración, los royalties esperados y cualquier tarifa de entrada, el uso exclusivo de las marcas, productos y servicios de la marca, el soporte y asistencia proporcionados por el franquiciador.
Aunque hay directrices internacionales que buscan estandarizar algunos aspectos fundamentales del contrato de franquicia, la legislación aplicable varía significativamente de un país a otro, reflejando las peculiaridades legales, económicas y culturales de cada sistema legal. Examinemos juntos los elementos principales del contrato de franquicia:
La duración de un acuerdo de franquicia es un elemento clave que establece el período de tiempo durante el cual el franquiciado está autorizado a usar la marca y el saber hacer de la misma. Esta duración puede variar significativamente dependiendo de la marca y el sector en el que opera, extendiéndose a menudo de 5 a 10 años, con la posibilidad de renovación. De hecho, es esencial que el contrato especifique claramente las condiciones de renovación, como el aviso requerido y cualquier tarifa aplicable, además de los procedimientos de retirada, que permiten a ambas partes concluir el acuerdo de una manera justa y transparente, si las expectativas no se cumplen u ocurren cambios en las condiciones del mercado.
Las tarifas de entrada constituyen la cuota solicitada al franquiciado al comienzo de la relación comercial: generalmente cubren los derechos de uso de la marca, la transferencia del saber hacer por parte del franquiciador y el uso de los signos distintivos de la marca. Los royalties, por otro lado, son pagos periódicos realizados por los afiliados, que pueden calcularse como una cantidad fija o como un porcentaje del volumen de negocios generado por la actividad. Estas contribuciones financian los servicios continuos proporcionados por el franquiciador, como el soporte técnico, las campañas de marketing, los cursos de formación y el acceso a asociaciones establecidas con bancos y proveedores.
El paquete de franquicia incluye todos los elementos proporcionados por el franquiciador para garantizar el inicio y la gestión efectiva del negocio. Esto incluye el uso de los signos distintivos de la empresa, el saber hacer operativo, la asistencia técnica y comercial, así como programas de formación para el empresario y su personal. Estos elementos son esenciales para mantener la coherencia de la marca y la eficiencia operativa en todas las ubicaciones regionales, asegurando al mismo tiempo que cada socio tenga el conocimiento y los recursos necesarios para desarrollar su negocio.
A menudo, especialmente en acuerdos relacionados con la distribución de bienes, se prevé que el afiliado no pague royalties, sino que proceda a comprar una cantidad mínima de bienes a un precio determinado. Es importante que el contrato establezca claramente cómo se determinarán los precios de estos bienes, asegurando condiciones justas y ventajosas para el franquiciado, sin comprometer la calidad o accesibilidad de los productos o servicios ofrecidos a los clientes finales
La exclusividad territorial asegura al franquiciado el derecho a operar en un área geográfica específica sin competencia directa de otros franquiciados de la misma marca. El acuerdo de no competencia, por otro lado, impone restricciones después de la conclusión del acuerdo de franquicia, prohibiendo al franquiciado iniciar un negocio similar o trabajar para un competidor durante un cierto período de tiempo. Estos elementos tienen como objetivo proteger las inversiones de tanto el franquiciado como el franquiciador, asegurando una colaboración beneficiosa para ambas partes.
Es crucial incluir cláusulas detalladas en el acuerdo de franquicia con respecto a los estándares operativos y los requisitos de calidad que deben ser garantizados por los socios. Esto asegura que todas las tiendas reflejen la imagen y valores de la marca, ofreciendo una experiencia consistente y de alta calidad a los clientes. Detallar estos estándares ayuda a prevenir discrepancias territoriales y a mantener la integridad de la marca a escala global.
Además, esta sección del acuerdo puede incluir disposiciones que rigen las auditorías y evaluaciones de cumplimiento, estableciendo un mecanismo transparente e imparcial para asegurar la adhesión a los estándares acordados. Incorporar estos elementos en el acuerdo de franquicia ayuda a crear una base sólida y transparente para una colaboración fructífera para ambas partes. Mail Boxes Etc. ofrece a los emprendedores un modelo de negocio con el cual es posible tener acceso a una red consolidada de socios a nivel mundial, que opera utilizando soluciones profesionales diseñadas para impulsar el crecimiento de la empresa.
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