Sin embargo, con total independencia en la gestión de una empresa, vienen muchas responsabilidades: los emprendedores deben enfrentar cada desafío solos, ya sea financiero, operativo o estratégico. La ausencia de un modelo preestablecido también puede dificultar mucho el proceso de encontrar y retener nuevos clientes y establecer relaciones duraderas con socios y proveedores. Quien elige abrir su propio negocio, por lo tanto, a diferencia del franquiciado, tendrá que soportar todas las inversiones iniciales, requeridas para su apertura.
Además, la ausencia de una marca ya establecida hace necesario adoptar enormes inversiones en campañas de marketing y comunicación, que son esenciales para hacer reconocible tu identidad de marca y transmitir confianza a los clientes potenciales. Por lo tanto, no es sorprendente la alta tasa de fracaso de las nuevas empresas: según un estudio de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, aproximadamente una de cada cinco startups fracasa en el primer año de actividad. Además, según la Administración de Pequeñas Empresas, las principales razones del fracaso de un nuevo negocio reside en la falta de dinero, la adopción de estrategias de marketing ineficaces y la ausencia del saber hacer lo necesario para desarrollar tu negocio.
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Abrir una franquicia.
No obstante, si optas por un negocio de franquicia, podrás promocionar la nueva empresa explotando la fuerza de una marca ya establecida en el mercado. La limitación de la autonomía en la toma de decisiones se compensa en gran medida por la posibilidad de gestionar el negocio de manera más fácil: el emprendedor podrá concentrarse en el desarrollo del negocio incluso sin tener años de experiencia en el sector. A cambio de una tarifa de entrada y un porcentaje del volumen de negocios, el franquiciado podrá beneficiarse de una considerable reducción del riesgo empresarial: un ejemplo es la disminución de los costos a soportar para iniciar campañas publicitarias y comprar equipos y mobiliario, que serán absorbidos por el franquiciador.
Además, el emprendedor que decide iniciar un negocio de franquicia podrá aprovechar los acuerdos comerciales ya iniciados por la marca con socios y proveedores, lo que dará impulso al crecimiento del negocio. Este modelo de negocio también representa la solución ideal para aquellos que tienen la intención de expandirse en nuevos mercados internacionales reduciendo al mínimo las inversiones iniciales: la marca generalmente suministra las habilidades y la colaboración con socios locales necesarios para establecerte en un país específico mientras reduce los riesgos al mínimo. Finalmente, quienes eligen esta solución podrán comunicarse con instituciones de crédito, obteniendo los fondos necesarios para iniciar el negocio más fácilmente: los bancos evalúan positivamente la presencia de un negocio ya consolidado con menor riesgo empresarial que utiliza un modelo operativo probado.
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