Según una investigación realizada por Eurostat, el 75% de los usuarios que utilizan habitualmente Internet han comprado bienes o servicios en línea en los últimos 12 meses; mientras que el último Informe Europeo sobre Comercio Electrónico informa de que el volumen de compras en línea en Europa crece actualmente a un ritmo superior al 10% anual. Se trata de cifras significativas que, por un lado, ponen de relieve el potencial de un sistema de venta en constante expansión, pero que, por otro, obligan a los empresarios a realizar inversiones prudentes y a planificar cuidadosamente todas las fases de la cadena de producción: para algunas empresas, los costes de gestión de la mercancía siguen siendo elevados y entrar en un mercado en el que los competidores son capaces de ofrecer condiciones de entrega extremadamente ventajosas no resulta nada fácil. De hecho, entran en juego una serie de factores, el peso, el tamaño del envase y el tipo de embalaje: veámoslos en detalle.
Tamaño y peso. La tarifa básica suele calcularse en función del peso volumétrico, es decir, la relación entre el peso real y las dimensiones del paquete. Esto puede variar de un transportista a otro.
Destino. El destino del paquete influye en la tarifa aplicada por el transportista. El cálculo se realiza determinando la ubicación del destinatario y el lugar de recogida de la mercancía. Estas áreas, las llamadas zonas, están sujetas a diferentes tarifas que pueden incrementar el coste final.
Tipo y embalaje de la mercancía. El valor del contenido de la entrega también afecta significativamente a la tarifa final. El envío de botellas de vino, obras de arte o productos valiosos en general puede requerir un embalaje especial, un seguro o una documentación específica que incrementará el precio del servicio de mensajería.
¿Cuál es la mejor manera de optimizar los costes de un envío? Lo más ventajoso es elegir cada vez el servicio que mejor se adapte a tus necesidades en función de las peticiones de cada cliente. He aquí algunos consejos útiles para reducir esta partida de gastos y mejorar la eficacia y competitividad de su empresa:
Ajustar el tamaño del embalaje a los productos. Mejorar la relación tamaño/peso en función del tipo de mercancía vendida es posible y permite obtener múltiples beneficios: en primer lugar, es necesario analizar detenidamente las características de los productos y evitar cajas y sobres de tamaño excesivo, una elección que implicaría la necesidad de insertar materiales de embalaje internos, lo que se traduciría en un aumento del peso. Las cajas de cartón ondulado, ligeramente más grandes que el artículo que se va a enviar, hacen que no se dañe el contenido y que solo se utilice el embalaje realmente imprescindible: poliestireno expandido, cojines de aire y plástico de burbujas son soluciones ideales para evitar añadir peso extra consiguiendo obtener las tarifas más convenientes de las empresas de mensajería. Una solución funcional para el e-commerce puede ser externalizar el servicio, confiando en profesionales capaces de ofrecer una amplia gama de servicios y tarifas que varían en función de sus necesidades.
Elegir el transportista en función del destino. Para una empresa de e-commerce que vende tanto en su propio país como en el extranjero, es esencial evaluar cuidadosamente el trayecto que deben recorrer sus mercancías para llegar a su destino y tener en cuenta la posibilidad de recurrir a múltiples transportistas, ya sean actores internacionales o empresas locales. En este contexto, es importante considerar la posibilidad de recurrir a los servicios de un operador de mensajería múltiple, capaz de ofrecer tarifas competitivas: las empresas que disponen de una amplia red internacional de puntos de recogida y entrega ofrecen ventajas adicionales en términos de practicidad y personalización del servicio.
Automatizar el etiquetado y el seguimiento. La gestión organizativa que conlleva el envío de un embalaje tiene un coste importante para una tienda online. Personal cualificado y formación adecuada para organizar los documentos, imprimir y aplicar etiquetas y seguir el recorrido de la mercancía son aspectos esenciales para un negocio de e-commerce. Además, recurrir a empresas externas que operen con tecnologías y herramientas avanzadas puede optimizar los costes de envío y ayudar a reducir el riesgo de errores y contratiempos, garantizando un servicio de alta calidad.
Cuidar el embalaje. La elección y la calidad del embalaje están directamente relacionadas con el tipo de mercancía que se va a enviar. Las mercancías delicadas, como en el caso del envío de botellas de vino, deben embalarse con especial cuidado, para evitar daños y permitir una protección adecuada durante el transporte. Sin embargo, es necesario contar internamente con personal altamente cualificado y materiales de alta calidad: también en este caso una buena práctica es externalizar la tarea, confiándola a empresas especializadas con profesionalidad y know-how capaces de responder a las necesidades relacionadas con el tipo de mercancía.
Mail Boxes Etc. es el socio ideal para optimizar los gastos de envío nacionales e internacionales, con una amplia gama de soluciones capaces de mejorar la experiencia de compra del consumidor. Elige MBE y benefíciate de un servicio único y flexible, con embalajes especialmente diseñados, seleccionados en función del tipo de mercancía y adaptados a las necesidades de tu empresa y de tus clientes.