Recepción de mercancías: La actividad de almacenamiento comienza con la recepción de las mercancías, cuando los productos llegan al almacén y se verifica su cantidad y calidad. Este paso es crucial para asegurar que el material entrante corresponda exactamente a lo que se había pedido y prevenir discrepancias que podrían influir en las etapas subsiguientes de la cadena de suministro.
Clasificación y disposición: Posteriormente, las mercancías se clasifican según criterios específicos, desde el tipo hasta el tamaño y la frecuencia de recolección, y se colocan estratégicamente dentro de la estructura. La decisión sobre dónde colocar cada artículo depende de varios factores, incluyendo la facilidad de acceso o la compatibilidad de los artículos con ciertas condiciones ambientales.
Gestión de inventarios: Un componente clave del negocio de almacenamiento es la gestión de inventarios, que incluye el monitoreo continuo de las existencias para asegurar un equilibrio óptimo entre la oferta y la demanda. Esto implica el uso de procesos de automatización capaces de mantener los stocks actualizados basados en los pedidos y las devoluciones.
Preparación de pedidos: La preparación de pedidos es otra operación crítica, que consiste en seleccionar y recoger las mercancías. Esta fase requiere precisión y velocidad para minimizar los tiempos de espera y mantener altos niveles de satisfacción del cliente.
Entrega: Finalmente, la actividad de almacenamiento culmina con el envío de mercancías a los clientes o puntos de venta. Esta fase incluye el empaquetado, etiquetado y entrega de los productos, así como la gestión de cualquier devolución o cambio.
Según Insider Intelligence, se espera que el comercio electrónico global supere los 8 billones de dólares para 2027, lo que representa el 23% de las ventas totales. Esta es una cifra que, por un lado, destaca las enormes perspectivas de crecimiento de quienes operan en el comercio electrónico, pero por otro lado plantea claros desafíos en términos de logística y la capacidad para manejar fluctuaciones del mercado y picos de pedidos. Mayores posibilidades de ventas implican la necesidad de que las empresas se equipen con almacenes más eficientes y herramientas avanzadas que les permitan manejar una mayor cantidad de productos y pedidos.
Entre los varios factores que se deben considerar para optimizar la capacidad de almacenamiento, los más relevantes incluyen:
Tipo de mercancías: Diferentes productos requieren diferentes métodos de almacenamiento: en el suelo, en estanterías, en palets, lo que puede afectar la cantidad de espacio utilizable.
Identificación de áreas: La eficiencia y configuración de los espacios y la presencia o ausencia de estanterías y otros equipos pueden aumentar significativamente el espacio utilizable.
Flujo de trabajo y accesibilidad: La necesidad de acceder fácilmente a las mercancías y mantener un flujo de trabajo eficiente, así como la presencia de maquinaria como carretillas elevadoras y cintas transportadoras, pueden limitar la cantidad de espacio disponible.
Normativas de seguridad y cumplimiento: Las normas de seguridad pueden imponer limitaciones sobre cómo y dónde se pueden almacenar las mercancías y afectar la libertad de movimiento de los operarios.
Para optimizar la capacidad de almacenamiento, las empresas implementan varias estrategias, incluyendo:
Organización del espacio: Una planificación cuidadosa permite maximizar el uso del área disponible sin necesariamente expandir la estructura. Además, un análisis preciso del espacio disponible, con el desarrollo en altura del almacén gracias a estanterías especiales, permite el uso de soluciones verticales innovadoras. La posición de las mercancías debe entonces elegirse en base a aspectos prácticos, como la frecuencia de recolección y las distancias de viaje de los trabajadores de picking, para hacer esta fase rápida, fluida y libre de errores. Para ello, se requieren procedimientos específicos, herramientas y personal adecuadamente capacitado, con costes consecuentes en términos de tiempo y recursos.
Herramientas y tecnologías: La implementación de sistemas de seguimiento de inventario permite una gestión más eficiente del espacio y del inventario, reduciendo el desperdicio y mejorando la precisión en el cumplimiento de pedidos. Contar con herramientas capaces de mantener el inventario bajo control permite prevenir la falta de stock y reduce el riesgo de sobrealmacenamiento, aspectos esenciales para no ser sorprendidos ante un aumento de solicitudes o para evitar el peligro de invertir recursos preciosos en productos que permanecen sin vender durante demasiado tiempo.
Costes de Almacenamiento
Todo esto, como es fácil imaginar, implica el uso de estructuras, herramientas y profesionalidad que no siempre están presentes dentro de pequeñas empresas, startups y comercio electrónico: por esta razón, cada vez más empresas están decidiendo confiar la gestión del almacén a terceros. Según un estudio realizado por Imarc Group, esta tendencia está en constante crecimiento: el tamaño global del mercado de almacenamiento y depósito alcanzó los 505.1 mil millones de dólares en 2023 y alcanzará los 700.2 mil millones de dólares para 2032, con una tasa de crecimiento del 3.5% durante el período examinado. La creciente adopción de estructuras gestionadas por actores especializados ayuda a las empresas a reducir costes, a tener un acceso más fácil a tecnologías avanzadas y a disfrutar rápidamente de los beneficios del know-how y prácticas de fabricación consolidadas, garantizando entregas en línea con las expectativas del usuario.
MBE Fulfillment es el servicio diseñado para satisfacer las necesidades de las empresas que quieren equiparse con procedimientos de almacenamiento de productos eficientes, en línea con la dinámica del mercado y las necesidades de su negocio. Gracias a herramientas y tecnologías avanzadas, una red extensa de centros y una profesionalidad capaz de garantizar siempre altos estándares de servicio, Mail Boxes Etc. es el socio ideal para ayudar a crecer a las PYMEs, artesanos y comercio electrónico.