Después de decidir embarcarse en este camino, ¿cómo puede una empresa comunicar efectivamente su rebranding? Esta pregunta adquiere una importancia crucial en un mercado competitivo como el de hoy, donde la forma en que una empresa se presenta y se renueva puede marcar la diferencia entre el éxito y la obsolescencia. Según un estudio realizado por Forbes, comunicar consistentemente una marca en las principales plataformas puede aumentar los ingresos hasta en un 23%. Las estrategias diseñadas para comunicar el rebranding de manera efectiva y consistente pueden contribuir significativamente a aumentar la visibilidad de la marca en el mercado y mejorar la fidelidad del cliente.
De hecho, el
rebranding no es solo un cambio de logo o colores corporativos, sino una
transformación profunda que concierne a la visión, misión y valores que una
organización se compromete a seguir. Este proceso requiere una planificación
estratégica cuidadosa, que permita que la nueva marca sea percibida de manera
positiva por los clientes, socios y el mercado en general.
En este artículo, exploraremos las estrategias clave para comunicar un rebranding a tus clientes, resaltando la importancia de una narrativa coherente y atractiva que satisfaga las necesidades de tu público objetivo..
Como ya hemos mencionado, el rebranding permite alinear la imagen corporativa con la nueva estrategia comercial de la empresa, difundiendo los valores al público objetivo y atrayendo nuevos segmentos de personas. La adopción de una estrategia de comunicación de rebranding coherente y efectiva se convierte, por tanto, en un factor crucial para asegurar su éxito a corto y largo plazo. Descubramos juntos cómo hacerlo:
Además, la comunicación consistente reduce la posibilidad de mensajes contradictorios o confusos que podrían socavar la confianza del cliente o crear incertidumbre sobre la dirección que está tomando la empresa. Es importante, por lo tanto, que todo, desde los colores corporativos hasta el embalaje del producto, esté cuidadosamente alineado para fortalecer el nuevo posicionamiento en el mercado. Este esfuerzo de coherencia debe mantenerse a lo largo del tiempo, no limitándose solo a la comunicación inicial del rebranding, sino siendo una práctica constante.
Los correos electrónicos pueden proporcionar detalles profundos y personalizados, las redes sociales pueden crear compromiso y diálogo, el sitio web puede ofrecer una presentación completa e integrada de tu nuevo posicionamiento elegido, mientras que la publicidad tradicional puede aumentar la visibilidad y el reconocimiento. Esta perspectiva asegura que ningún segmento de la audiencia sea pasado por alto y que el mensaje se comunique de manera efectiva y consistente en todos los canales.
Este tipo de narrativa permite a los clientes percibir la nueva imagen corporativa no como un cambio repentino o radical, sino como parte de una historia más amplia y coherente, que refleja el crecimiento de la empresa y su adaptación a los nuevos desafíos del mercado. Los clientes sentirán que son parte de un viaje y comprenderán mejor la motivación detrás del cambio, identificándose así con los nuevos valores de la empresa. Este enfoque narrativo transforma la comunicación en una experiencia compartida, fortaleciendo la lealtad y el apoyo de clientes, prospectos y proveedores.