Por ello es necesario poner una atención muy especial en el envío de muestras; una vez que hemos superado la fase inicial de contacto con nuestro potencial cliente, reunirnos, presentarnos y hacer que valore la opción de compra o representación de nuestros productos-que de paso es uno de los más difíciles-, no debemos bajar la guardia.
El envío de las muestras es una acción en la que no podemos fallar; necesitamos tener una experiencia exportadora para que el envío pueda llegar en plazo y forma a manos del cliente. Si no poseemos esa experiencia, necesitamos apoyarnos en una empresa de transporte que pueda ofrecernos las líneas maestras para que nuestras muestras lleguen perfectamente.
Desde MBE apostamos por ofrecer ese apoyo y cobertura a todos nuestros clientes; nuestra reputación y experiencia en los mercados internacionales nos permite poder orientar en cual es el mejor formato para el envío de muestras, además de ofrecer la información sobre los documentos precisos para ello.
Uno de los principales problemas que se pueden dar en el envío de muestras a terceros países se localiza en todo lo relacionado con la gestión aduanera, tanto de salida desde Europa, así como las gestiones que sean precisas realizar en el país de destino. No todas las aduanas del mundo son iguales, ni todos los productos son iguales. Incluso, un mismo producto que puede ser enviado como muestra a un país, en otro diferente tiene una consideración y tramitación aduanera distinta.
El envío de muestras que se haga tanto en exportación como en importación fuera de los países de la Unión Europea, deben de estar acompañados de una factura comercial SIEMPRE. Además, debemos de recordar que las muestras químicas, farmacéuticas o biológicas pueden estar prohibidas en algunos países, y en otros entrar en una categoría distintas, y por ello estar sujetas a distintas regulaciones aduaneras-necesitaremos una serie de documentos adicionales como certificados sanitarios y de SOIVRE por ejemplo-.
Como decíamos, toda muestra comercial cuyo origen o destino sea fuera de la UE, debe de estar acompañado de una factura comercial que debe de incluir un valor real de la muestra, además de una descripción detallada del mismo-sus características-, así como el motivo de su envío (poniendo muestras es suficiente).
Esta factura debe de contener los datos obligatorios de una factura comercial, es decir, los datos del vendedor, datos del comprador, estar fechado, contener el detalle de la mercancía que es enviada, un valor de la misma además de indicar que es una muestra “sin valor comercial”.
Con estos datos, la aduana será conocedor que ese envío no
es una venta comercial, por lo que no devengará la obligación del pago de
impuestos ni aranceles. No obstante, hay que tener cuidado porque en algunos
casos, es posible que ciertos países puedan aplicar algunos aranceles en
ciertos productos por considerarlos “peligrosos” para su economía.
Es por eso que apoyarse en un proveedor experimentado como
MBE, permite al cliente poder preparar el envío de muestras con total garantía
desde el inicio. Con el apoyo de los departamentos de aduanas, se localizan los
documentos necesarios, que pueden ser dese certificados de origen, pasando por
certificados fitosanitarios en caso de productos de alimentación por ejemplo.
Planificar el envío de muestras con un experto nos garantiza
una mayor posibilidad de éxito, exportar no es una tarea sencilla, y por eso es
necesario contar con el apoyo de expertos como los que tenemos en MBE,
perfectos conocedores de la normativa de comercio internacional, y que están al
día de los cambios que se pueden producir en las mismas.
¿Y todo esto, para qué?
Para que el envío de nuestra muestra llegue en perfectas
condiciones y el día acordado a manos de nuestro potencial cliente, de ello
dependen nuestras futuras ventas.